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Clisol Agroturismo turismo experiencial y vivencial


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El mar de plástico de Almería convertido en un producto de turismo experiencial

 

Clisol Agroturismo turismo experiencial y vivencial

Clisol Agroturismo: turismo experiencial y vivencial

El mar de plástico de Almería convertido en un producto de turismo experiencial

Cuando conocí allá por el año 1980 El Ejido en Almería, no podía intuir ni por asomo, que estaría hablando en un blog sobre uno de los fenómenos económicos, sociales y turísticos de España en este siglo XXI.

En aquel año, viajé de vacaciones familiares a El Ejido, conocí Almerimar, una zona pionera en el turismo de valor de la provincia de Almería. Esas vacaciones estaban motivadas porque una hermana de mi madre se había trasladado allí con su familia por motivos profesionales y laborales.

Recuerdo esas vacaciones como algo especiales, por los amigos que hice y que conservo y que este año he podido de nuevo reencontrarme.

Eran unas vacaciones a lo «verano azul» con mucha nostalgia, emociones y vivencias personales y familiares.

Ahora casi 40 años después escribo sobre un caso de éxito de cómo a través de la innovación se puede convertir un recurso turístico en un verdadero producto de turismo vivencial y experiencial.

Se dice que una de las mayores construcciones humanas visibles desde el espacio es el “mar de Plástico” de Almería, en España.

Sin embargo, algunos dicen que hay un poco de trampa: este mar artificial en realidad es un conjunto de construcciones, como podría serlo una ciudad.

Mar de plástico

 

Clisol Agroturismo: del agroturismo convencional al agroturismo experiencial sostenible. 

Este mes de agosto, por fin he tenido la oportunidad de visitar con mis hijos, Clisol Agroturismo, liderado por Lola Gómez, empresaria que conocí hace unos años y con la que he tenido el placer de trabajar y contratar como conferenciante en eventos del sector turístico que he organizado.

En mis formaciones y capacitaciones en innovación en turismo experiencial hablo de Clisol como caso de éxito y ahora detallaré en este post, cuáles son las claves que hacen para considerar este proyecto alineado con mi visión del turismo experiencial.

Clisol Agroturismo

1.- Hay una comunicación consciente a través de un storytelling que enriquece y humaniza la experiencia turística

Lola es ante todo una gran comunicadora y apasionada de la agricultura y abanderada del orgullo de su profesión, que le viene por tradición familiar. La visita guiada comienza por poner en contexto su particular aventura profesional como agricultora hasta empresaria de turismo.

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En una de las conversaciones que he tenido con ella, recuerdo que me contaba la cara de perplejidad que puso el Gerente de un tour operador muy importante ante la propuesta de llevar turistas para visitar un invernadero. 

Pero el afán de superación y grandes dosis de perseverancia y creatividad, hacen que Clisol sea ya un referente en la innovación en turismo. 

Siempre insisto a los empresarios que cualquier producto de turismo experiencial debe de contener una historia; pero no hay que quedarse ahí: hay que ser capaces de transmitir el por qué nos apasiona lo que hacemos, para lograr humanizar y conectar de manera más significativa con el viajero. No en vano son las personas las que conectan emocionalmente. 

Y después de ello, lo importante es como dice Lola:

“No es lo que enseñas ni lo que cuentas, sino cómo lo enseñas y lo cuentas”

Y claro, la historia emprendedora y evolución de Clisol Agro, no podría entenderse sin el carisma de Lola Gómez Ferrón, mujer agricultora y pionera en la unión de la agricultura con el turismo en Almería.

Ella es la responsable de haber desarrollado un producto por el que el mar de plástico se convierte en un atractivo turístico muy demandado.

Lo que comenzó siendo una explotación familiar junto con su marido, se ha convertido hoy en un referente mundial conocido por los touroperadores agrícolas más importantes.

La evolución desde el invernadero familiar al centro turístico de interpretación sobre la agricultura intensiva no hubiera sido posible sin las grandes dosis de imaginación invertidas por Lola Gómez en el proyecto de Clisol Agro, cuya faceta turística no tiene precedentes y ha surgido de la nada.

2.- Identificación y cualificación de un insight: una experiencia turística que es más que una visita guiada.  

Como suelo trasladar en mi metodología para la conceptualización y desarrollo de experiencias turísticas orientadas al turismo experiencial hay que identificar y cualificar un motivo o insight oculto que pueda ser el elemento fuerza donde apalancarse.

Y en este caso, creo que la motivación que mueve a un viajero o turista es conocer la realidad de un cultivo intensivo, desmontando tópicos y además contada en primera persona por una mujer apasionada, emprendedora y agricultora.   Y aquí para muestra:

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El gran reto del turismo experiencial es identificar y cualificar nuevos insights o motivaciones ocultas por parte de los nuevos turistas, más exigentes y maduros; que buscan una inmersión con el recurso turístico y/o el destino a través del contacto con las personas y que le otorguen un significado memorable.

2.- Activación de las dimensiones experienciales 

En el contexto del turismo experiencial o de experiencia se pueden definir cuatro dimensiones posibles, tomadas de la metodología del marketing experiencial.

Así las experiencias turísticas pueden ser caracterizadas por cuatro dimensiones a modo de palancas o conexiones posibles, que requieren del turista un grado de conexión diferente.

La dimensión física sería la más convencional y directamente relacionada con un turismo de masas. Las dimensiones espirituales, emocionales e intelectuales, requieren de una participación más cualificada y por ello dirigida a un turismo más individual, personalizado y experiencial.

En el storytelling sobre todo se hace hincapié en la puesta en valor de la agricultura intensiva con fines turísticos, pero lo importante es que el objetivo es sensibilizar y educar de manera didáctica y pedagógica. Y para ello se están activando lo que denomino dimensiones experienciales.

Pero no se trata de simplemente de conocimiento; es más bien llevar el conocimiento y educación de manera memorable y creo que  la verdadera educación consiste en llevar la vida a la experiencia turística y esto precisamente es lo que Lola logra en su proyecto.

Nos enseñó las claves de por qué tuvo éxito el invernadero en la zona debido a varios factores: climáticos, ambientales y sociales; el sostenible ahorro de agua a través del cultivo hidropónico; lo que aporta el mar de plástico a reducir el calentamiento global del planeta; al uso racional del control de plagas de manera natural y un largo etc que hace que pueda hablar en toda regla de «cómo llevar la vida a una experiencia turística»  

En este caso, Lola logra conectar con las dimensiones físicas e intelectual, pero trasciende en cierta manera a una dimensión emocional, ya que su discurso y su pasión hace conectar con la conexión con el corazón que le pone a su trabajo.

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Y por qué no decirlo, creo que algunos de los que hemos realizado la visita, podemos considerar que hubo una conexión con el espíritu y fue una experiencia trascendente, que nos hace ver nuestro planeta y la vida de forma diferente.

Y esto es lo más complicado de lograr en turismo experiencial, pero demuestra que se puede.

Dimensiones experienciales del turismo experiencial

3.- Activación de la experiencia a través de palancas emocionales 

Igualmente creo que la clave del proyecto de Clisol es el adecuado planteamiento de los escenarios experienciales y palancas emocionales que se están activando. Así, escenarios y palancas; son los recursos estratégicos y creativos que propongo en mi metodología llamada Hosperience, para el desarrollo innovador de productos de turismo experiencial.

Nos ayudan a conectar con las emociones y sensaciones de nuestros viajeros y/o huéspedes actuales y potenciales.

Así, hay identificarlas y cualificarlas: existen numerosas palancas emocionales que podemos aplicar, como son entre otras: la sorpresa, la intriga, el acceso a espacios restringidos, la dramatización de la experiencia, la socialización a través de la creación de comunidades de marca o la sensación de ser protagonista, entre otras.

E igualmente necesitamos de un adecuado escenario experiencial: como es el espacio, recurso estratégico en el contexto donde vamos a desarrollar la experiencia; en este caso un invernadero con una visita que contemplan a su vez micro-escenarios:

  • Invernadero I+D+i: invernadero tecnificado exclusivamente para investigación.
  • Invernadero de producción en suelo tradicional
  • Invernadero de producción en sistema hidropónico

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Las palancas emocionales que se están activando son varios y perfectamente integradas en la experiencia turística como son:

1.- Ofrece una sorpresa final de degustación de productos de temporada del invernadero y donde se socializa la experiencia entre los visitantes, aportando un espacio de comunicación entre ellos muy enriquecedor y vivencial.

Ni que decir tiene que hace igualmente en la visita la importancia de la alimentación saludable y el consumo responsable y sostenible. Y en especial atención hacia los escolares, niños y jóvenes, no pierdan el contacto con la Naturaleza y así de apostar por la educación del consumidor desde pequeño.

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2.- Dramatización de la experiencia a través de las sensaciones:  se trata de activar los sentidos, de sentir sensaciones que el consumidor no suele tener o había “perdido” como: el aroma de una planta de tomate, el colorido de un cultivo de pimiento, el contemplar como un abejorro poliniza una flor o descubrir como pimiento, el contemplar como un abejorro poliniza una flor o descubrir como unos pequeños insectos auxiliares que depredan o parasitan a los insectos plaga han sustituido el uso de productos químicos.

3.- Sensación de ser protagonista y vivirlo en primera persona: en este caso proporcionó a los más jóvenes a cultivar para llevarse a su residencia varias semillas que se convertirán en plantas. Y mi hijo Guillermo, da fe de ello.

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En conclusión puedo afirmar que en cierta medida se están activando de manera transversal y coherente los cinco tipos de experiencias para poder cualificar desde mi visión del turismo experiencial como una verdadera experiencia.

Hay experienciales sensoriales sin duda; experiencias de pensamiento, porque logra cambiar nuestra percepción de la agricultura intensiva de invernadero de Almería. Igualmente hay experiencias de actuación porque involucra a los visitantes en un intento de transmitir dinamismo asociado al cambio climático y que las pequeñas acciones que podamos hacer individualmente repercutan positivamente.

Y experiencias de relaciones porque socializa la experiencia entre los visitantes para que convivan e intercambien opiniones y conclusiones.

 

matriz-experiencial-turismo-experiencial

Por último no quiero dejar de promocionar un destino como toda la provincia de Almería y en especial el poniente, donde existen importantes atractivos turísticos maduros y con una oferta muy interesante. Y acabar con el tópico de que Almería es tierra de invernaderos, desierto y del oeste.

Las comarcas que dan vida a la provincia de Almería son:

Almanzora
Almería ciudad y el Toyo
La Alpujarra almeriense
Bajo Andarax
Cabo de Gata – Níjar
Filabres – Alhamilla
Levante
Los Vélez
Poniente
Río Nacimiento

Aquí dejo un vídeo muy explicativo sobre el proyecto Clisol. Desde estas páginas mi mas sincera enhorabuena a todo el equipo de Clisol y a Lola por su amabilidad y disposición en la visita. Hacen falta emprendedoras como ella en el sector turístico en España y sin duda es un referente.